* Cerró la fase regular con un triunfo por 5-0
* Las Águilas aseguran terminar en la parte alta de la tabla y ahora buscarán recuperar a sus lesionados para pelear por el tetracampeonato
milenio.com
Ciudad de México, 19 de abril del 2025.- América encontró anestesia para las heridas de los últimos tiempos, cerró la fase regular con un triunfo por 5-0 sobre Mazatlán que le permite acabar por lo menos en la tercera plaza de la clasificación.
Lo mejor que le podía pasar a las Águilas en el cierre de torneo era medirse a un equipo endeble, que no tuviera nada que jugarse, porque los Cañoneros llegaron a esta jornada sin ninguna aspiración.
De hecho el juego se inclinó muy pronto para los de Coapa, un equipo que sumó bastantes bajas para este partido y que le dio minutos a algunos futbolistas que no han gravitado, uno de ellos Javairo Dilrosun, pero el neerlandés fue el primero que agitó el juego, apenas al minuto 3 mostró ese desborde que se le reclama con más constancia, mandó un centro y Dávila, que apareció de nuevo en puesto del ‘9’, cabeceó la pelota al fondo.
Fidalgo asegura el juego
Los de Coapa sobrellevaron el partido, el rival en turno no era uno que le pudiera exigir en demasía, carente de arrebato, Mazatlán compitió por orgullo, pero sin intensidad, con pocos recursos y nada que inquietara a los azulcrema. Los Cañoneros asoman a las vacaciones y a replantear objetivos.
América dominó a placer el trámite del encuentro, pese a los ajustes como ver a Reyes en la media de contención y a Zendejas cargado a la izquierda, el funcionamiento de las Águilas fue mejor y encontró el segundo sin muchas complicaciones.
A la salida de un córner, Zendejas colgó la pelota a segundo palo y ahí apareció solo Fidalgo, la marca de Mazatlán fue tan endeble que el Maguito solo se tuvo que levantar para darle dirección de gol a la bola.
Al cuarto de hora América tenía el partido resuelto, anotaba su nombre entre los primeros de la clasifcación para la Liguilla. Incluso pudo aumentar su ventaja, pero faltó una pizca de fortuna en el remate.
De Mazatlán no hubo noticias, el equipo de Víctor Manuel Vucetich es un cádaver deportivo, un club que está lejos de la élite, lo único que generó como peligro fue un tiro de media distancia de Jordan Sierra que Malagón repelió sin problemas.
Que venga la Liguilla
Se dio cuenta el cuadro de Coapa que la tarde era de fiesta, que era una jornada para reencontrarse con su gente y emplazarse a tener una buena Liguilla, dejar atrás los malos tragos, recuperar confianza y reencontrar el gol que se había extraviado.
También, cuidar a la gente que tuviera molestias, como fue el caso de Malagón, quien se fue al descanso por precaución por problemas que presentó en el tobillo izquierdo durante el primer tiempo.
Si en los albores del duelo América fue eficaz, en el arranque del complemento repitió la dosis, la árbitra Katia Itzel García marcó un penal un tanto rigorista sobre Zendejas. Dávila cobró desde el manchón y marcó para evitar cualquier atisbo de reacción al que pudiera aspirar el cuadro mazatleco.
Pero no, incluso el América diezmado tiene más empaque que Mazatlán, un equipo pobre en lo futbolístico y en lo emocional, que recibió aún más castigo con el cuarto gol marcado por Fidalgo. Y luego hasta el Búfalo Aguirre se sumó a la fiesta en su regreso con el quinto del encuentro.
América ha recuperado la tranquilidad, esta victoria devuelve la paz, de aquí en adelante es borrón y cuenta nueva. En las próximas semanas la prioridad es recuperar a los lesionados, hacer grupo y volver a la carga en la Liguilla para pelear por el tetracampeonato. La mala racha de resultados ha finalizado y arrancará la fiesta grande con una etiqueta de favorito.