La luna de miel entre el nuevo gobierno de Tabasco y la población duró un suspiro. Javier May arrancó con altos índices de aprobación y buenas expectativas. Ahora, apenas seis meses después, es el gobernador peor evaluado del país.

Los tabasqueños no confían en él ni creen que pueda con el paquete. Desde luego, May heredó del gobierno anterior una crisis de seguridad que nadie niega, pero sus intentos de corregir el camino no van a ningún lado. La población se cansa y lo dice. Siente que no hay capacidad para brindar seguridad a las familias de lo que alguna vez fue considerado un edén.

Otros mandatarios morenistas, los de Guerrero y Zacatecas, Evelyn Salgado y David Monreal, también están por la calle de la amargura. La dirigencia nacional de Morena debería estar tomando cartas en el asunto para evitar que la desaprobación en las encuestas se refleje en las urnas. | Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.