Nos comentan que a quien le siguen pisando los talones es al exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, así como a varios de sus entonces colaboradores. Ayer, el actual mandatario estatal, Alfredo Ramírez Bedolla, afirmó que se han girado fichas rojas por parte de Interpol contra su antecesor y otros exfuncionarios que operaron en su gobierno. Como se sabe, Aureoles es señalado por peculado, fraude, operaciones con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa. El caso que detonó los señalamientos tiene que ver con la adjudicación directa de contratos para la renta, mantenimiento y venta de siete cuarteles, que representan un daño al erario superior a tres mil millones de pesos. Para quienes saben de temas de justicia resulta inexplicable que, si el exmandatario no debe nada, nada debería temer, pero más llama la atención que ningún perredista o experredista se atreva a siquiera tocar el tema; mucho menos a salir en su defensa. | Se lee en “Rozones” de La Razón.