El gobernador Esteban Villegas pierde el control político de Durango de manera acelerada.
El mandatario, agobiado por sus propios errores, está ahora a la defensiva y por todos lados surgen retadores a su poder de cara a la elección del primero de junio.
Hay guerra sucia y ya toda la clase política tiene manchas de lodo. El gobernador dice que ya tiene identificada la mano que mece la cuna para desprestigiarlo, pero no se anima a decir nombre, apellidos y apodos para desenmascarar a los presuntos responsables, lo que afecta todavía más su credibilidad ante la ciudadanía. | Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.