Es común que ciertos actores de la política cuando ya ven que no pudieron doblegar a alguien, se retractan, en términos mexicanos o coloquiales: se rajan…

Eso es lo que está ocurriendo en el Partido del Trabajo en Veracruz, pues los caciques de dicho organismo ya se dieron cuenta que en Morena ya no los quieren y por eso no se les auguran buenas cuentas el domingo primero de junio.

Ahora resulta que Ramón Díaz Ávila afirma que, aunque no van con Morena y Verde en las próximas elecciones en alianza, le «ayudarán» al Movimiento de Regeneración Nacional en algunas ciudades para consolidar la 4T.

Pobres ilusos, pobres diablos, tanto él como Vicente Aguilar Aguilar están perdidos, estiraron la liga y la rompieron, ahora sí deben trabajar para lanzar candidat@s en los 212 municipios y tienen que enviar aspirantes triunfadores.

Eso sí, deben levantar el “cascajo” que no quieran los morenos y panistas, porque la fuerza política del PT en Veracruz es nula y se prevé que hasta el registro pueden perder.