Lo que sugiere Marcelo Ebrard para lidiar con Donald Trump es inteligencia y sangre fría. La idea es no engancharse con sus provocaciones y sus insultos que bordean la frontera del racismo, pero tampoco se pueden dejar pasar como si nada. Lo más complicado será mantener el equilibrio.
Trump se está reponiendo de los ajetreos de la jornada electoral, pero una vez que pueda dormir 8 horas atacará de nuevo. La gente que votó por él lo quiere lanzando desafíos y bravuconadas a diestra y siniestra.
Hasta el momento las felicitaciones más cálidas que ha recibido Trump vienen de Rusia, lo que confirma su buen entendimiento con Putin. Habrá que recordar que desde la primera campaña que lo llevó a la Casa Blanca, Trump recibió apoyo ruso. Ese país, se dice, hackeó las redes sociales de la candidata demócrata, Hillary Clinton y se publicaron correos personales que la afectaron. | Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.