Manuela V. Carmona
Orizaba, Ver., 13 de octubre del 2024.- La Laguna del Chirimoyo, un importante ecosistema para la flora y fauna de la región, sigue sufriendo las consecuencias de la severa sequía y de los trabajos de limpieza realizados por el ayuntamiento de Orizaba.
A pesar de los esfuerzos de recuperación, solo el 40 por ciento de las especies que habitaban este humedal han logrado regresar, según informó Laura Bonilla Ruiz, coordinadora voluntaria del Programa de Aves Urbanas de Orizaba.
La bióloga explicó que la sequía, junto con las labores de limpieza que incluyeron la remoción de maleza, afectaron gravemente la biodiversidad de la laguna.
Algunas especies, como los zambullidores, no pudieron adaptarse a las nuevas condiciones y desaparecieron, mientras que otros organismos, como reptiles y anfibios, vieron destruido su hábitat debido al uso de herramientas inadecuadas durante los trabajos de limpieza.
Bonilla Ruiz subrayó la necesidad de llevar a cabo labores de conservación de forma adecuada para no dañar el ecosistema y sus habitantes. «Es fundamental tener conocimientos sobre cómo cuidar las especies. En este caso, solo se debió retirar la basura, no la maleza», comentó.
Durante el reciente «Festival de Aves del Chirimoyo», organizado en el marco del Día Mundial de las Aves Migratorias, se presentó la primera etapa de la Guía de las Aves del Chirimoyo, un recurso útil que ayudará a los visitantes a identificar las 172 especies de aves registradas en la zona.
Bonilla Ruiz destacó la importancia de concienciar a la población sobre el cuidado de este ecosistema y sus habitantes.
A pesar de los desafíos, Bonilla Ruiz reiteró que la Laguna del Chirimoyo sigue siendo un lugar vital para la conservación de la biodiversidad.
Con el apoyo de la comunidad y las autoridades, confía en que este ecosistema logrará recuperarse completamente y continuará siendo un refugio para numerosas especies de aves y otros animales.