El que no aguantó ni la primera oleada de críticas por su propuesta de dialogar con los narcos fue el legislador morenista Manuel Espino, quien al ver que su idea fue rechazada desde todas las bancadas, intentó hacer creer que EL UNIVERSAL había faltado a la verdad, pero el teatrito no le duró porque resulta que la entrevista publicada en este diario está grabada en su totalidad. Fiel a sus convicciones, esas que pasan sin rubor del foxismo al peñismo y al lopezobradorismo según van llegando al poder, don Manuel decidió irse por la más baja y tratar de poner la culpa en el reportero que lo entrevistó. La realidad es que mandó a uno de sus asistentes a proponer “negociar un desmentido”, porque “la cabeza estaba muy fuerte”. Y la realidad es que dijo lo que dijo, que no es la primera vez que propone algo similar y que no tuvo los arrestos para sostener sus palabras cuando vio que no fueron bien recibidas. Total, que Espino se quiso comer la tuna pero se espinó la mano y no aguantó. | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.