Nos cuentan que quien al parecer no se dio cuenta de que su partido fue arrollado en las elecciones de junio fue el líder nacional del PRI, Alejandro ‘Alito’ Moreno, quien llegó a la instalación del Senado para rendir protesta –y asegurar fuero y dieta–, con una comitiva de 30 personas que lo guiaron entre saludos y apapachos al salón de plenos, como si fueran los tiempos en que los mandamases tricolores llegaban como primera fuerza al Congreso con su séquito de colaboradores, cargamaletines, aplaudidores y buscahuesos. Alito siendo Alito, comentó en corto un legislador de su propio partido. | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.