Gastar una fortuna en seguridad para un estado tan pequeño como Tlaxcala parece una mala idea. Lorena Cuéllar, la gobernadora, presume haber invertido mil millones de pesos en seguridad, pero la realidad es otra. La violencia sigue escalando, y los ciudadanos se sienten cada vez más inseguros. ¿Dónde está ese dinero? ¿En discursos triunfalistas? Si realmente se destinara a mejorar la seguridad, Tlaxcala no parecería un escenario de incertidumbre creciente. Cuéllar debería revisar sus prioridades y, sobre todo, ser honesta con la gente que dice proteger. La seguridad no se compra con dinero, sino con resultados. | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.
Engaño
