Nos cuentan que si bien la actual legislatura concluye hasta el 31 de agosto, por las instalaciones del Senado ya empezaron a llegar los nuevos inquilinos o senadores electos e incluso hay algunas presiones para que los actuales legisladores empiecen la mudanza lo más pronto posible con el fin de cambiar alfombras, pintar y remozar mobiliario. De hecho, en la inmensa mayoría de las 128 oficinas ya no hay personal, ni asesores, y sólo los coordinadores y quienes participan en la Comisión Permanente siguen asistiendo regularmente, además, claro, de los senadores que lograron la reelección en las urnas. Así que los que ya no tendrán curul en septiembre son cordialmente invitados a ir ahuecando el ala. Lo bueno es que la mayoría son morenistas y, de acuerdo con las enseñanzas de su líder, no tienen apego por lo material. ¿O sí? | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.