Samuel García celebró que la sequía en Nuevo León es historia gracias a la tormenta Alberto. Después de siete años de miseria hídrica, ahora las presas están a reventar, incluso con desfogues. ¡Agua potable para todos! Según el gobernador, los embalses y tanques superan el 95% de su capacidad, un cambio drástico. La presa Cerro Prieto roza el 91%, mientras que La Boca se desborda. Este respiro hídrico es un triunfo para el estado, una señal de alivio y esperanza para los regiomontanos. Un recordatorio de que, a veces, la naturaleza también ofrece treguas. No habrá necesidad de bombardear nubes. Nuevo León va de gane. | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.