Que la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, adjudicó a “los caprichos de la naturaleza” y “a Dios también” que el huracán Beryl, de categoría dos, no golpeara el estado de una manera más devastadora, en comparación con Wilma en 2005, que tocó tierra en nivel máximo. Por lo pronto el meteoro, degradado a tormenta tropical, avanza ya por el Golfo de México rumbo a Tamaulipas y Texas. | Se observa en “Trascendió” de Milenio.