La violencia no perdona y los periodistas pagan con la vida. Rutilio Escandón, el gobernador, está más perdido que nunca. Ayer, diversos comunicadores salieron a las calles para exigirle protección. El asesinato de Víctor Culebro Morales, director de Realidades, exhibe la crudeza del peligro. Amordazado y baleado, su cuerpo en un tramo carretero es la señal de la inseguridad reinante. Mientras el mandatario prepara el fin de su administración, hace como que Chiapas no arde. La Lacandona, sin paz ni ley, clama justicia. En Chiapas no hay gobernador que proteja ni a los periodistas ni a los ciudadanos. Simplemente no hay. | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.
Chiapas, desolado
