Chiapas ya tocó fondo. Desde meses atrás se ha señalado a Rutilio Escandón, el gobernador, por su silencio cómplice ante el aumento de la violencia, pero, sobre todo, por su nula capacidad para lidiar con los problemas de ciertas regiones. El asesinato de uno de los desplazados de Tila, José Rodrigo Martínez Parcero, quien, junto con su familia, se refugió en Yajalón con la esperanza de salvar la vida, es la puntilla para un gobierno que no ha sabido responderles a sus habitantes. Tila hoy es conocida por sus miles de desplazados, quienes huyeron por las amenazas de un grupo armado. Que en Chiapas no exista rincón seguro es el gran “logro” del gobernador. | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.