Apenas el pasado 2 de junio, el capitán de Marina en retiro, Salvador Villalva ganó la elección para alcalde en el municipio de Copala, Guerrero. Ayer fue ejecutado. Según versiones fue bajado de un autobús de pasajeros en el que viajaba para ultimarlo.
La violencia política es recurrente en esa localidad. Los ataques por regla general quedan impunes, pero en el caso de Villalva puede haber un cambio.
Además de las condolencias de cajón de la gobernadora Salgado, que nadie toma en serio, se dice que la Secretaría de Marina levantó la mano para participar en las investigaciones porque Villalva era uno de ellos. Ojalá que sea la excepción de la regla y que por lo menos en este caso los responsables sean presentados ante la justicia. | Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.