Alito Moreno no quiere aguardar un par de elecciones más para terminar con el PRI, el dirigente lo quiere liquidar desde ahora mismo.
Con tal de no presentar su renuncia, Alito es capaz de cambiarle el nombre y despojar sus colores al PRI como si ese fuera el problema y no el hecho de que sus dirigentes se estén sirviendo con la cuchara grande sin voltear a ver a los ciudadanos.
La distancia entre el PRI y la población es cada día más grande. Los dirigentes no la quieren cerrar y buscar nuevos vínculos. No quiere escuchar lo que la gente tenga que decir.
Piensan que buscando algún color bonito y un nombre adecuado puede recuperar el terreno arrebatado. Están perdidos.
Los dirigentes tienen sus cargos y una plataforma del 10 por ciento de los votos suficiente para hacer negocios espléndidos. Por eso Alito no quiere esperar más para terminar con el tricolor, lo quiere sepultar ahora mismo. | Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.