Limber Gutiérrez Gómez, alcalde de Tila, Chiapas, sabía de la violencia que Los Autónomos desatarían y decidió no intervenir. Peor aún, los usó para mantenerse en el poder. Representantes de los desplazados denuncian el interés del edil en el retorno de familias, ignorando las tragedias humanas. El 2 de junio, la represión se hizo evidente cuando Gutiérrez y Los Autónomos impidieron la instalación de casillas, arrebatando el derecho al voto. Este alcalde no sólo es incompetente, sino cómplice de la miseria y el miedo que afligen a Tila. Un líder que traiciona a su gente. ¿También lo hace el gobernador Rutilio Escandón? | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.
Complicidad descarada
