Al parecer, no se dan cuenta de que no se han dado cuenta que el domingo pasado recibieron una descomunal paliza y se aferran a sus cargos. Cuando la dignidad y el pudor deberían obligar a Marko Cortés y Alejandro Moreno a renunciar de inmediato a las dirigencias del PAN y el PRI, respectivamente, ambos aseguran que por el momento hay otras prioridades, y que ya vendrá el momento de dejar las riendas de los partidos, pero no por ahora. Como se lo hemos mencionado, ambos perdieron la elección del 2 de junio, pero se aseguraron de quedar en las listas plurinominales del Senado. Nos hacen ver que ambos solo dejarán los asientos de sus presidencias y sus sueldos en los partidos, hasta que en septiembre puedan saltar a los mullidos sillones de piel de Senado de la República, y comiencen a recibir dietas y beneficios por los próximos seis años. | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.