Nos cuentan que quien de plano dejó pasar un pase a gol en el último debate presidencial fue la candidata opositora, Xóchitl Gálvez. Cuando los moderadores le pusieron el pase para que ella llegara y rematara, le dejó ir. Cuando se le preguntó a doña Xóchitl por la política migratoria, ella recordó la tragedia de Ciudad Juárez, que dejó 40 migrantes muertos en un incendio, pero nunca mencionó la impunidad en que el actual gobierno mantiene al titular de la Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, quien no sólo no está en la cárcel, sino que ni siquiera fue destituido. La tuvo, era suya, y la dejó ir. | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.