Ayer, de nueva cuenta los normalistas de Ayotzinapa volvieron a tomar desprevenidos a elementos de la inteligencia del gobierno federal y lograron atacar Palacio Nacional, como ocurrió en marzo pasado cuando tiraron una puerta. Sin embargo, ahora el saldo fue más grave, pues por el lanzamiento de cohetones y petardos hubo 26 policías capitalinos heridos por esquirlas. Nos hacen ver que, previo a la llegada de los jóvenes, policías capitalinos ya resguardaban el recinto histórico, pero no con el número ni el equipo suficiente para hacer frente a esta protesta. ¿Será que hoy en la reunión del gabinete de seguridad habrá de nuevo un jalón de orejas por no haberse adelantado y haber advertido la magnitud de esta protesta al recinto donde vive el presidente López Obrador? | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.