Vaya lío en el que metió Tatiana Clouthier al presidente, a la candidata, al gobernador y a toda la estructura morenistas al reconocer que, en Sinaloa, el narco mueve la economía, “No nos hagamos”, dicen que dijo.
Por supuesto que después vinieron los intentos de matizar los dichos, pero el daño estaba hecho. Los adversarios recibieron una dotación inesperada de municiones para los debates y los mandos de la 4T tendrán que dar explicaciones.
Que el narco mueva la economía ratifica que la estrategia gubernamental en materia de seguridad, compilada en la frase “abrazos, no balazos”, fracasó de manera estrepitosa. Al grado de que se ve con normalidad que la narco economía imponga condiciones.
Lo realmente grave es que no se trata solo de Sinaloa, sino de más estados. El dominio económico supone también control político, lo que es particularmente nocivo en épocas de elecciones cuando los narcos se transforman en los grandes electores. | Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.