No pasa día, nos hacen ver, en el que no se prendan focos amarillos o rojos por el tema de la escasez de agua: presas en preocupantes límites inferiores, falta de inversión en infraestructura… problemas en entidades del norte del país, en la capital, en la zona metropolitana… Cambios forzados de hábitos para acceder de manera limitada al recurso, altos costos y disputas para conseguirlo a través de una pipa, compra desesperada hasta de garrafones para bañarse o realizar tareas que tras varios días sin agua se vuelven urgentes, advertencias de riesgos que la menor higiene derivada de la falta del líquido se pueden presentar. No son pocas las alertas encendidas a las que se agrega la falta de una autoridad a la cual recurrir. Porque la Conagua y su titular, Germán Martínez Santoyo, están como el agua, nos dicen, cada vez aparecen menos. Uf. | Se lee en “Rozones” de La Razón.
¿Hay alguien en Conagua?
