Con la confirmación, ayer, de que el PT canceló su alianza con Morena, para muchos lo que ocurrió fue que se firmó el acta de defunción de la 4T en Morelos. En diciembre, el PVEM había hecho lo mismo, por lo que ahora los tres partidos coaligados a nivel nacional serán rivales en los comicios locales de la entidad. Dicen los que saben que el gobernador Cuauhtémoc Blanco tiene una gran responsabilidad en la doble fractura, pues es quien controla al morenismo a través de su hermano, Ulises Bravo. La cúpula estatal se dedicó a repartir candidaturas entre varios partidos locales con los cuales tienen acuerdos añejos y deudas de todo tipo, y ningunearon a las fuerzas nacionales, al grado de que al PT sólo le habían cedido un municipio y una diputación. Ahora petistas y verdes serán rivales de un partido guinda debilitado por recientes escisiones de liderazgos. Uf. | Se lee en “Rozones” de La Razón.