Para mal, nos comentan, no pasa día en Morelos en el que no haya un crimen o una acción violenta que sacuda a los ciudadanos de ese estado. Quienes siguen de cerca el problema de la delincuencia en la entidad nos dicen además que no podría haber algún cambio positivo en la materia si desde el gobierno a cargo de Cuauhtémoc Blanco no se han buscado alternativas para hacerle frente. De ahí la escalada de homicidios en la que ha estado envuelta desde hace meses, o el incremento reportado en delitos como el robo de autos o la extorsión. Ayer, por ejemplo, fue ejecutado en Cuautla el exfutbolista profesional Sergio Jáuregui cuando se encontraba en una banca, tras haber participado en un partido. De acuerdo con reportes periodísticos, un sujeto armado se le acercó y le disparó en seis ocasiones antes de huir en una motocicleta. Así la situación. Pobre Morelos. Publica Rozones de La Razón de México.