El exgobernador de Hidalgo, Omar Fayad, se dijo decepcionado y traicionado por algunos de sus amigos y colaboradores, a quienes dio su confianza y de quienes, aseguró, no esperaba ningún tipo de deslealtad. Señaló que éste ha sido uno de los años más difíciles que ha tenido que enfrentar, ya que al siguiente día de terminar su periodo como gobernador de esa entidad, vivió en carne propia el dicho de “El rey ha muerto, viva el rey”. El pasado 15 de junio, Fayad renunció al PRI, después de que el líder, Alejandro Alito Moreno, no lo dejara participar en las reuniones de consejeros. No se agüite. Nada como llorar desde Noruega. Publicó Frentes Políticos de Excelsior
Chasco

Foto: Central Hidalgo Irreverente