Vaya que el regenteador de este membrete, aquí en la entidad veracruzana, es ocurrente. 

Es como La Chimoltrufia, “así como dice una cosa, dice otra”. 

Y mire si no. 

Hace unos días, apenas a inicios del mes de julio, se rasgaba las vestiduras argumentando que el diputado local, Juan Antonio Santos Mendoza, mostraba ignorancia al anunciar un posible aumento al transporte urbano, de tres pesos. 

En esa ocasión hipócritamente el mozo de espadas del Profe Anaya defendía al pueblo resaltando “la precaria situación económica de los veracruzanos” 

Sin decir nada nuevo precisó que los veracruzanos no tienen ni para adquirir los productos de la canasta básica. 

Ahora, curiosamente, hace apenas una semana, de su ronco pecho, dejó salir señalamientos como la urgente necesidad de actualizar y regular los costos de las tarifas en beneficio de ambas partes: los usuarios y los prestadores del servicio.  

Lo cierto es que el dirigente ese no dice nada nuevo, fiel a su estilo y a su costumbre, sólo busca llevar agua a su molino, hipócritamente enarbola banderas sociales para llamar la atención. 

El alteño no tiene ni la más mínima idea de las carencias, de las penurias que están pasando los transportistas, por la disminuida mentecita del dirigentillo ni por asomo imagina lo que es pagar una nómina quincenal de más de 500 trabajadores-socios. 

Aguilar Aguilar solo habla por hablar. 

Así de sencillo. 

Sí en realidad tiene tantito interés por unirse a la causa y sacar adelante el tema debió haberse unido a la voz de alerta que desde hace meses enviaron los transportistas cuando plantearon la severa crisis por la estaban, y están, atravesando. No apenas ahorita. 

El dirigentillo ese no tiene ni idea de lo que es cubrir una mesada, comprar combustible, refacciones, pintura, llantas y boletaje, entre otras necesidades. Lo anterior sin mencionar el pago de los créditos adquiridos con anterioridad a la pandemia y de los cuales las armadoras exigen puntualidad a sus deudores.  

Afortunadamente cooperativas camioneras, como la del Servicio Urbano de Xalapa, han sacado la casta y uniendo esfuerzos y han sabido salir delante de tan problemática situación. 

Ahora, muy vilmente, Aguilar Aguilar busca colgarse de tan espinoso asunto, pero sólo con discursos, con palabrería con esos moditos tan materialistas que tiene de conducirse. 

Por supuesto que al sector transportista, en la modalidad de servicio urbano, le urge una adecuación de tarifas, tiene años que no se le mete la mano al tema. 

No olvidemos que todas las familias, incluyendo la de los conductores de autobuses, también padecen la severa crisis económica por la que travesamos. No vaya a pensar el dirigentillo ese que estas estirpes viven en la opulencia o de las prerrogativas partidistas como, se rumora por allí, que existe alteño. 

Ojalá y las autoridades muestren cordura y el aumento a la tarifa del transporte público, en la modalidad de urbano, sea una realidad, la urgencia economía es para todos, no solo para unos cuantos. Todas las familias, mexicanas y veracruzanas, padecen el «valemadrismo» de la llamada 4T, del gobierno de los renegridos, al cual le hace el caldo gordo el Partido del Trabajo. 

Todo indica que Vicente Aguilar, vive en su burbuja de abundancia y excesos pues, como se dice por allí, para eso le consiguió la presidencia municipal de Alto Lucero a su vástago. 

¿Y la mesada partidista? 

Provecho. 

RICARDO AHUED B. 

De nueva cuenta el alcalde xalapeño deja constancia de su alto sentido de responsabilidad de esa congruencia que le caracteriza entre el decir y el hacer. 

Por ello en días pasados al reunirse con los tres jóvenes que ganaron el Premio Municipal de la Juventud 2022, en su mensaje, subrayó que su gobierno está comprometido en dejar un legado de bienestar y trabajo realmente transparente. Reiteró, “no nos anima en la política de ninguna manera la perversidad del dinero mal habido, no nos incita el poder por el poder. No venimos por el dinero, por una nómina, venimos a trabajar, y a ver por el futuro que merecen nuestros jóvenes”. 

Así o más claro. 

Evelyn Hernández Vargas, María Nelyda Carmona y Jesús Nolasco Triana, fueron los ganadores de tan representativo galardón.  

Felicidades.