Con un énfasis a conducirse con cero tolerancia a la corrupción, al tráfico de influencias, así como al nepotismo en los 15 años que estará en el cargo, Loretta Ortiz Ahlf asumió como nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación tras ser ratificada por el Senado, además de que aseguró que actuará con autonomía, imparcialidad e independencia, premisas que parecen ir en sintonía con lo señalado por Arturo Zaldívar, en el sentido de que en el Poder Judicial de la Federación ya no hay corrupción tolerada ni institucionalizada, o avalada o auspiciada desde arriba. La nueva ministra asume en tiempos en que los reflectores estarán en la Corte cuando se aborden temas como la revocación de mandato, el uso de las Fuerzas Armadas en labores permanentes de seguridad pública, entre otros, nos hacen ver. | Se lee en “Rozones” de La Razón.
Loretta traza su ruta en la Corte
